Gran y helada noche;
mi aire se agita y todo tiembla;
la realidad me asombra,
sonidos, sensaciones y pensamientos,
brotan en el transcurrir del tiempo.
Segundo a segundo se van comiendo,
y de esa forma alimentando
cada sentimiento de tener un recuerdo,
recuerdo de ver y apreciar tu bella, singular
y arrulladora sonrisa;
ojos tímidos que en tan solo un momento
dejan expandir mis pupilas para contemplar
todo de ellos; recuerdo tu voz,
voz que solo en mi mente suena,
en el lecho en el que,
el sueño vence la mano poeta.